La movilidad verde y sostenible ya no es una opción. La crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia del coronavirus ha acelerado los planes para la descarbonización y la economía circular convirtiendo las dificultades en un momento de grandes oportunidades. Todos los planes públicos para la reactivación económica ponen el foco en la sostenibilidad y la economía circular.

En este marco, la Comisión Europea ha desarrollado una “Estrategia de movilidad sostenible e inteligente” que busca reducir el 90% de las emisiones contaminantes antes de 2050. La comisaria de Transportes, Adina Vălean, consciente de que “la movilidad es la columna vertebral que conecta a ciudadanos y a las empresas”, cree que urge establecer un camino claro para las inversiones verdes que deberán producirse en las próximas décadas ya que el objetivo de cero emisiones es irrenunciable.

“La estrategia de hoy transformará la forma en que las personas y las mercancías se desplazan a través de Europa, y facilitará que se combinen distintos modos de transporte en un mismo viaje. Hemos fijado unos objetivos ambiciosos para todo el sistema de transporte a fin de que la recuperación de la crisis provocada por la Covid-19 sea sostenible, inteligente y resiliente

Resumió Frans Timmermans, vicepresidente ejecutivo para el Pacto Verde, en relación al ambicioso plan previsto para los próximos 30 años, con tres fechas clave: 2030, 2035 y 2050.

Objetivos de movilidad para los próximos 30 años

Un mínimo de 30 millones de vehículos cero emisiones circularán por las carreteras europeas en 2030 y 100 ciudades serán climáticamente neutras.

Se duplicará el tráfico ferroviario de alta velocidad, reduciendo el número de desplazamientos por carretera y los viajes colectivos para trayectos inferiores a 500 km deberán ser neutros en emisiones de carbono. La movilidad automatizada de desplegará a gran escala y los buques de emisión cero estarán listos para ser comercializados

Los grandes aviones sin emisiones empezarán a operar en 2035.

Todos los automóviles, furgonetas, autobuses y vehículos pesados serán cero emisiones en 2050. Se duplicará el tráfico de mercancías por ferrocarril y se triplicarán el de las líneas de alta velocidad.

Inversiones previstas

En el caso de España, el Gobierno ya ha anunciado una inversión de 10.000 millones procedentes de fondos europeos, adicionales a las inversiones incluidas en los Presupuestos Generales del Estado del próximo año, para el desarrollo de una movilidad segura, sostenible y conectada durante los próximos tres años. Estas inversión permitirá impulsar el PIB un 1,6% y creará 240.000 nuevos puestos de trabajo.

De esa inversión total, se destinarán 4.100 millones a la mejora de la movilidad sostenible, segura y conectada en entorno urbanos y metropolitanos, incluyendo la transformación del transporte urbano o el desarrollo de infraestructuras de cercanías ferroviarias. Otros 5.500 millones se invertirán para el desarrollo de un espacio único europeo de transporte y cielo único europeo, a la digitalización y seguridad de la red viaria y ferroviaria, a la construcción de estaciones intermodales o la mejora del acceso a los puertos. El resto se destinará a apoyo directo a empresas privadas y públicas, con el fin de que puedan mejorar su cadena logística a través de estrategias como la digitalización de sus operaciones.

«Este país necesita muchos pactos y uno de ellos es el de la movilidad sostenible, segura y conectada. Desde el punto de vista de la recuperación económica y los grandes retos que tiene el país, la movilidad y el transporte tiene que responder a lo que necesitan los ciudadanos, lo que requiere de un gran acuerdo social, pero también político», consideró Pedro Saura García, secretario de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

Por otro lado, los presupuestos para el próximo año incluyen 6.000 millones destinados principalmente a la mejora y conservación de carreteras (60%) y una importante partida para mejora del transporte ferroviario (38%).

Nuevo modelo que proteja la salud de los ciudadanos

Ya antes de la crisis, un informe de la consultora internacional AT Kearney reclamaba un nuevo modelo social y sostenible de infraestructuras viarias para España que proteja la salud de los ciudadanos. En este sentido, alertaban que la falta de inversiones provocaba un deterioro de la salud de los ciudadanos, con varias regiones españolas (Madrid, Cataluña, Andalucía y Comunidad Valenciana), que superan los límites de contaminación anual medios recomendados por la Organización Mundial de la Salud. La consultora proponía para nuestro país un sistema similar al que han desarrollado otros países europeos como Francia, Alemania, Reino Unido o Portugal, con un modelo de financiación de infraestructuras y mantenimiento con ingresos procedentes de los usuarios y la inversión privada.

(artículo original publicado en www.elplural.com)